Hugo Chávez no juega ...

Hugo Chávez ha decidido que los videojuegos son los causantes de todos los males que asolan Venezuela y ha decidido prohibir todos aquellos que sean considerados violentos. Mediante decreto ley se prohibe bajo pena de cárcel o multa el fabricar, importar, distribuir, comprar, vender, alquilar y usar cualquier tipo de videojuego o juguete bélico que se precie. La intencionalidad de esta medida es reducir los altos niveles de violencia que existen en el país sudamericano. Como era de esperar, será el Estado Venezolano el que que decida qué es violento y qué no. La pregunta que se nos viene a la cabeza es si la policia venezolana se va a pasar puerta por puerta a comprobar que los niños (y los no tan niños) se divierten sin utilizar lo que ahora se ha convertido en el peor enemigo de la paz en dicho país.

Según reciario.com:

"Otra más de Hugo Chávez, distribuir o alquilar video juegos de contenido violento en Venezuela será castigado como delito (si acá en Bolivia te tildan de terrorista por jugar Airsoft con ropa camuflada me imagino que Evo no tarda en copiar esta “genialidad bolivariana”)."

La polémica sobre los efectos psicológicos y sociales de los videojuegos de contenido violento viene acompañando esta industria prácticamente desde su nacimiento (Battle Chess horrorizó a más de una madre), por cada estudio que se cita para etiquetar los juegos de video de dañinos y justificar una prohibición, aparece otro igualmente “científico” que concluye todo lo contrario, dejándonos como única certeza que los resultados de los estudios realizados no son concluyentes y tienden a estar parcializados.

Ante estas medidas y sin referencias científicas sólidas disponibles solo nos queda verificar la evidencia frente a nosotros y personalmente expresar mi rechazo a esta medida apoyado en los siguientes argumentos:

- Es una invitación a aumentar la piratería y el contrabando, la demanda por este tipo de juegos simplemente no va a desaparecer por decreto o por ley, y si no puede acceder por las vías legales de seguro lo hará por las ilegales (de seguro la oferta tampoco va a desaparecer considerando todo el billete que ganan los estudios productores y distribuidores).

- Las investigaciones “científicas” usadas para respaldar la medida señalan a lo mucho una correlación entre contenido violento y comportamiento agresivo, la estadística más elemental deja claro que “correlación” no significa “causalidad”, es decir no se puede afirmar que una cosa causa la otra, ni siquiera se puede negar que ambas cosas sean causadas por una tercera… o inclusive que tengan causas diferentes.

- No es una medida aplicable en la práctica, ¿cómo esperan restringir los juegos en línea?… ¿los juegos gratis?… ¿los juegos en red?… ¡¡cómo!!

- Los videojuegos, al igual que los deportes, son utilizados por muchas personas justamente para canalizar su agresividad y estrés de manera inofensiva (Nada como una hora de Warcraft para relajarse luego de un día de oficina).

- Los videojuegos, violentos o no, son elementos indiscutibles de interacción social, más aún a nivel infantil, donde el simple hecho de jugarlos facilita la integración con otros al proveer un interés común (por el contrario no tener acceso a los videojuegos puede significarle a un niño cierto aislamiento).

- El gobierno suplanta el rol paterno de supervisión, es decisión y responsabilidad de los padres permitir o no el acceso a este tipo de juegos para sus hijos… una prohibición por ley es la forma fácil de liberar a los padres de su responsabilidad.

- No se consideran los derechos del mercado adulto, recordemos que al igual que con las películas, desde hace mucho existen clasificaciones que determinan si un videojuego es apto para jugadores de determinada edad, de hecho el mercado adulto para juegos de video está en franco crecimiento (y no busca precisamente hadas y conejitos).

- Se sienta un precedente nefasto para perseguir otras formas de entretenimiento (ojalá no se les ocurra prohibir las películas de terror por dar pesadillas… o el Monopoly por ser un juego “capitalista”)

- La valoración debe realizarse juego por juego, no se debe estigmatizar a toda una industria ni a todo un género de videojuegos porque sí (¿Conoces algún juego que te parezca chocante o perturbador?… simplemente no lo juegues).

- Para justificar la prohibición el gobierno se apoya en consultas realizadas a supuestos “expertos” y “representantes de la sociedad civil”… probablemente ninguno de los cuales sea un jugador habitual.

- Este tipo de medidas con sello de “estado paternalista” en el fondo le dicen a la gente que es demasiado tonta para decidir por sí misma y para diferenciar entre realidad y ficción (yo jugué Mortal Kombat de niño y ni por asomo se me antojó decapitar a nadie o hacerle el fatality a mis mascotas… de las decenas de amigos que juegan Medalla de Honor ninguno está ansioso por disparar a personas en la vida real … y ya en serio ¿en verdad alguien cree que una persona se va a volver delincuente por jugar Grand Theft Auto?).

Como siempre parece ser más fácil apoyarse en la paranoia que en el criterio.